A petición de Gonzalo de 3ºB copio aquí la poesía de Carmen Gil sobre Mozart que leímos el otro día en clase
Mozart
para niños
Esta
es la historia de un genio
que
en el pasado milenio
hacía
brillar el sol
con
su do, re, mi, fa, sol.
Fue
Mozart un bebé tierno
que
llegó al mundo en invierno
y
cuenta quien allí estaba
que
en vez de llorar, cantaba.
Mientras
los niños de al lado
jugaban
a ser soldados
con
espadas diminutas,
él
movía la batuta.
El
éxito era rotundo,
¡le
aplaudía todo el mundo!
y
dejaba boquiabierto
al
que oía su concierto.
Era
Amadeus menudo,
muy
gracioso y narigudo,
aprendía
muy deprisa
¡y
todo le daba risa!
Como
el niño concertista
era
guasón y bromista
tocaba
con la nariz,
¡tocando
era tan feliz...!
Cumplidos
los 8 años,
aunque
nos parezca extraño,
Mozart
compuso un buen día
su
primera sinfonía.
Después
de muchas andanzas
se
enamoró de Constanza,
juntos
pasaron la vida,
pobre,
pero divertida.
Su
existencia musical
tuvo
un oscuro final,
pues
murió de modo extraño
con
sólo 36 años...
Aunque Mozart, a su modo,
no
se fue nunca del todo:
está
aquí y todo lo llena
cuando
su música suena.
Su
música, ¡qué delicia!,
mima,
envuelve y acaricia,
se
cuela directa al centro
y
hace cosquillas por dentro.
(Carmen Gil)
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